Depresión en los perros
Al igual que las personas, los perros son susceptibles a sufrir depresión. Por ese motivo si somos conocedores del comportamiento habitual de nuestro perro, será fácil identificar la tristeza.
Uno de los primeros cambios es la falta de actividad y relación con otros perros. En general, un perro en estado depresivo pierde el entusiasmo por sociabilizarse y jugar con otros perros, asimismo; si presenta una clara apatía respecto a sus dueños y otros humanos, es otra señal de tristeza.
Algunos síntomas son: Falta de apetito, actitud triste, apatía, sueño excesivo, se esconde, falta de juego, inactividad, poca afectividad y cambio de comportamiento. No olvides que la tristeza puede aparecer por la aparición de una enfermedad por lo que será recomendable una visión experta que nos aconseje y nos guíe.
Los cambios importantes en la vida de tu perro, pueden ser mil cosas, por ejemplo, una mudanza de casa, irse a vivir a otro lugar, o la llegada de un niño u otra mascota a casa cuando tu perro estaba acostumbrado a vivir sólo también pueden afectar a su estado emocional.
También motívalo con juguetes que pueden servirle de compañía durante tu ausencia y al irte déjale la radio o música encendida e intenta no dejarlo demasiado tiempo en soledad. Si sospechas que tu perro triste podría estar enfermo, debes llevarlo al veterinario cuanto antes y contarle como se está comportando y qué cambios has visto en tu perro, así tu veterinario podrá descartar cualquier enfermedad.
Normalmente, los perros que al salir a pasear se alteran, saltan y corren sin obedecer a su dueño, suelen actuar de esa determinada manera porque están estresados o ansiosos debido a la falta de ejercicio. Cuando ocurre lo contrario, y el perro no quiere realizar ningún tipo de actividad, podemos empezar a pensar que se trata de depresión o tristeza, debemos asegurarnos que no sea alguna enfermedad que tenga nuestro perro.