Los restos de comida y las bacterias se acumulan en la dentadura de tu mascota en forma de placa y, si no se limpia de manera adecuada, puede reaccionar con depósitos de minerales para formar sarro. Aparece como manchas amarillas o pardas y es la prueba de que debes avanzar en el cuidado dental de tu perro, ya que la acumulación de sarro puede provocar infecciones y extracciones. Prevenir es mejor y más rápido que cualquier cura.

En el caso de las razas pequeñas de perros son las que con mayor facilidad producen problemas dentales y formación de sarro, esto se debe a la acidez de la saliva, también esto se debe a que los perros pequeños pasan más tiempo dentro de la casa y esto hace que consuman comida casera no apta para ellos.

En ocasiones el sarro se vuelve duro como la superficie de una roca, en estos casos el perro requerirá una limpieza profunda, que en muchas ocasiones o en todos los casos, los perros necesitarán ser anestesiados, dependiendo de la edad deberán que ser sometidos a varios exámenes médicos para valorar si el perro podrá resistir a la anestesia.

 

 

Un buen cepillado es la mejor manera de limpiar esos preciosos dientes. Establece una rutina de limpieza casera de los dientes de tu perro, mediante un cepillo especial para perros con cerdas suaves y una pasta de dientes con sabor especial de hígado o pollo, por ejemplo.

La limpieza dental en los perros no sobrepasa los cuarenta minutos de tiempo, en la mayoría de los casos los dueños de perros evitan a toda costa que el perro sea anestesiado, pero hoy en día existen antibióticos que se les puede dar días antes para preparar al animal y hacerlo más fuerte para que pueda resistir a la anestesia y que su dueño sienta más confianza para someterlo a este proceso.

Lo que tu perro come y bebe es muy importante. El agua fresca y limpia le ayudará a liberarse de restos de comida. Apórtale únicamente alimentos de alta calidad con ingredientes Premium.

No esperes hasta que el mal aliento y la pérdida de peso conviertan el cuidado dental de tu perro en una prioridad. Al crear una rutina desde el primer día, estarás ayudando a que tu perro esté libre de infecciones, a que no sufra extracciones ni posibles complicaciones aún peores conforme su vida avanza.