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La gallina una mascota común

La manutención de las gallinas no es barata, se necesita invertir en sacos de alimento dependiendo de la cantidad de gallinas que se tenga, también la elaboración de un gallinero y su mantenimiento, estos animales se reproducen con facilidad y es bueno prever un lugar amplio y un gallinero que podamos expandir en caso que aumente la cantidad de gallinas considerablemente.

Criar gallinas requiere de mucho tiempo, alimentarlas todos los días en diferentes horarios, darles agua y tener los recipientes llenos, limpiar el gallinero para evitar los malos olores, recoger huevos y estar revisando si en el área hay señales de depredadores como zorros o algún tipo de roedor.

Algunas de las ventajas de tener gallinas es que eliminan las plagas de insectos, brindan fertilizante o abono natural, siempre pondrán huevos frescos, la única desventaja que tienen es que si necesitan mucha inversión económica y requieren de tiempo para el gallinero marche en orden, además que pueden comerse algunas flores o plantas del jardín.

 

 

Otro aspecto indispensable es determinar para que se quiere tener el gallinero, para adquirir huevos frescos, de mascota, de exhibición o para carne, sea cual sea el objetivo lo importante de cuidarlas y darles las atenciones que necesitan para su sano desarrollo y sea cual sea el propósito de tenerlas, este sea exitoso.

En cuanto a la reproducción de las gallinas se sabe que la incubación de los huevos dura veintiún días y según la raza las gallinas pueden poner al año la cantidad de cien o trescientos huevos. Una gallina está madura sexualmente cuando cumple seis meses de edad. Al tener gallinas como mascotas debemos implementar ciertos cuidados como darles un espacio amplio como un terreno.

Las gallinas por lo general, son animales muy sensibles e inteligentes, y en reiteradas ocasiones pueden ser muy sociables; les place pasar el día acicalándose y limpiando sus plumas, y tomando el sol o dándose baños de arena en pleno día.

Son capaces de vivir entre diez o quince años en libertad; pero en cautiverio es otra la historia, y muy triste, por cierto, ya que son, después de los peces, los animales no humanos más explotados del mundo.