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Datos científicos de los perros

Los temas sobre perros son interminables, ellos son animales interesantes, y que siempre estarán en nuestra mente y corazones, sobre otras especies de animales se saben muchos datos, pero de los caninos nunca habrá fin, según datos científicamente comprobados, los perros tienen aspectos y actitudes que los distinguen de los demás, hoy te vamos a contar esos datos que son de gran interés si sos amante de los perritos.

Hay estudios comprobados que los perros entienden nuestro lenguaje, no todo, pero si gran cantidad, por ejemplo, un Universidad en Estados Unidos se demostró que los perros son capaces de distinguir más de 160 palabras, algunos incluso hasta 200 palabras, eso depende de la raza de perro, por algo muchos perros nos entienden cuando les damos ordenes específicas.

También se ha demostrado en diferentes estudios que la hormona del amor (oxitocina) es la que ha creado una conexión tan fuerte como la que se crea a nivel biológico entre padres e hijos, que los perros nos ven con ojos de amor, un sentimiento igual al que siente un hijo por su madre o una madre por su hijo, el simple hecho de ver a los ojos a tu mascota crea esta hormona y es una reacción química.

 

 

Otro aspecto interesante es que los perros también se deprimen, está comprobado, que ellos por situaciones con otros perros, por perdida de algún miembro de la familia, por falta de paseos se deprimen, así como los seres humanos, ellos también necesitan distraerse y son sentimentales y sensoriales.

Existe un vínculo entre el tamaño del cerebro y el grado de sociabilidad de un determinado mamífero y, en el caso de los perros, su cerebro aumentó el tamaño de su materia gris con el paso del tiempo. Esto quiere decir que, así como los seres humanos evolucionamos, los perros también, no solo físicamente, si no intelectualmente.

Dato que debes de saber es que la mayoría de los perros prefieren recibir una caricia de sus dueños a un trozo de carne. En el experimento, la actividad en la zona cerebral implicada en la toma de decisiones y recompensas era muy superior cuando los perros eran acariciados, en comparación a cuando recibían el trozo de carne.