Los dientes de los caballos nunca paran de crecer, y gracias a ello se puede determinar su edad. A medida que van creciendo, se van echando hacia adelante creando en el centro unas manchas oscuras específicas que determinan los años.

Beben aproximadamente 25 litros de agua al día, llegando incluso a los 40. Esto dependerá del clima, la estación del año, su actividad física, el tipo de alimento.

El ojo equino es el más grande de todos los mamíferos terrestres, y es “monocular”, es decir, le permite ver su entorno de ambos lados con cualquiera de ellos. Tiene dos puntos ciegos, uno delante de su frente y otro por la parte justa contraria.

Tienen la capacidad de reconocer sonidos y voces familiares a largas distancias. Además, poseen una gran memoria a largo plazo, especialmente para recordar los lugares en los que han tenido algún episodio traumático.

 

 

Al nacer, las piernas del caballo tienen un 90 % del tamaño que alcanzarán de adultos. Además, tiene la capacidad de correr tan solo unas horas después de su nacimiento. Y cuando se trata de correr, los caballos galopan a una velocidad promedio de 44 km/h, aunque el récord de velocidad es de 88 km/h.

Los caballos no pueden vomitar, ni tampoco eructar. Esto es debido a que el esófago está rodeado de un músculo fuerte en el lugar que conecta con el estómago. Este músculo se cierra con fuerza una vez que han entrado los alimentos e impiden que salgan.

¿Sabías que las estatuas de gente a caballo tienen varios significados? En las estatuas de un caballo y el jinete, si el caballo tiene las dos patas frontales en el aire, significa que el jinete murió en batalla. Si el caballo tiene una pata levantada, el jinete murió como consecuencia de las heridas recibidas en la batalla y si las cuatro patas están en el suelo, el jinete murió por causas naturales.

El período de gestación de una yegua es de 11 largos meses, y normalmente solo tienen un potrillo. Rara vez pueden nacer dos.

Los caballos tienen 16 músculos en cada oreja, lo que les permite girarlas 180 grados. Puedes saber si un caballo tiene frío tocando detrás de estas. Si la zona está fría, así se siente el caballo.