BLOG DE MASCOTAS

Entrenamiento básico en un perro

 

El entrenamiento básico del perro es una cosa necesaria, pero también una experiencia gratificante y atractiva tanto para el perro como para el amo. El control de esfínteres es una de las cuestiones básicas que hay que abordar por una cuestión fundamental: el perro no puede ir haciendo sus necesidades por cualquier parte, especialmente si pasa mucho tiempo dentro de casa.

Lo primero que hay que saber es que el control de esfínteres hay que empezar a trabajarlo cuando el perro es aún un cachorro, con tres o cuatro meses. Hacerlo antes probablemente no funcionará, puesto que es demasiado pronto para que el animal sea capaz de controlar sus esfínteres. Y si se hace más tarde, el periodo de aprendizaje será mayor, por lo que resultará aún más estresante.

Cuando comienza el entrenamiento, hay que empezar por confinar el cachorro a un área bastante restringida, como una habitación pequeña, una parte de la habitación o incluso una caja de buen tamaño o cajón. A medida que el cachorro comienza a aprender que “ciertas cosas” hay hacerlas fuera de su caja o estancia se le permitirá ampliar gradualmente el área en que se le permite estar.

 

 

Dale comidas regulares: Mantener un horario regular de alimentación durante el entrenamiento de control de esfínteres ayudará a conseguir antes el objetivo. Si no es la hora de comer, los alimentos no deben estar a disposición del perro.

Ofrécele oportunidades frecuentes para orinar: Dale a tu cachorro muchas oportunidades para orinar fuera de casa. Sal a la calle con él a primera hora de la mañana, y luego cada 30 a 60 minutos durante todo el día. Y también después de que se despierte de una siesta o termine una comida.

Lleva a tu perro a orinar siempre al mismo lugar. Tu perro reconocerá el olor y se sentirá más cómodo. La familiaridad ofrece tranquilidad, seguridad y confort.

Quédate con tu perro hasta que termine o hasta que sea evidente que no tiene ganas. No se trata de dejar suelto al perro para que se dé una vuelta.

Felicita al perro cuando haga sus cosas fuera. Ofrécele un premio o algo que el perro realmente disfrute.