En el terrario de una iguana, es recomendable crear un ambiente de variadas temperaturas para que puedan ajustarse tal como lo harían en la naturaleza.

 

Lo mejor es tener una fuente de calor radiante, y para lograr esto puedes utilizar calentadores tipo “calienta-cama”, que se ponen sobre la base del terrario o también mediante luces infrarrojas ubicadas en el techo (siempre protegidas, para evitar quemaduras).

 

 

Es ideal tener gradiantes de temperaturas tanto horizontal como verticalmente. En la mañana, la iguana irá al punto más caliente para “cargarse” de energía, y luego se irá a un lugar más temperado debido a que alcanzó su temperatura ideal.

 

La temperatura que debe existir dentro del terrario durante el día debe variar entre 28º y 32ºC, y durante la noche debe disminuirse para que esté entre 20º y 25ºC. Las lámparas infrarrojas deben apagarse durante la noche.