El cepillado del pelaje de nuestro perro es primordial para conservar la salud y la belleza de éste y para eliminar todo el pelo muerto, cepillando el pelo del animal estaremos retirando elementos como grasa y partículas de polvo que se encuentran en su pelaje. Así mismo estimularemos el crecimiento de pelo nuevo.

Recuerda cepillar el área de sus patas, utiliza un paño o una esponja húmeda para limpiar el pelo sucio cerca de sus pezuñas, de este modo podrás controlar infecciones y problemas en el área. Si notas que tu perro está perdiendo más pelo de lo normal o que tiene alguna irritación, herida o sensibilidad cutánea acude de inmediato al veterinario.

No debemos cepillar por cepillar, debemos ser observadores y ver cambios en la piel de nuestra mascota, observar si hay presencia de parásitos como pulgas o garrapatas, o algo que pueda llamarte la atención como dermatitis, alergias o verrugas sospechosas, con tal de ponerle solución lo antes posible.

Se recomienda acostumbrar al perro desde cachorro a recibir su cepillado diario o cada dos días, con esto evitarás que el peinarlo sea un dolor de cabeza, Cuando peinas a tu perro te puedes dar por enterado si tu perro tiene pulgas o cualquier otro problema en el pelaje que pueda afectar su salud.

Las razas de pelo largo necesitan un cepillado diario. Necesitarás un cepillo de cerdas blandas y un peine de púas anchas. Si tu perro tiende a tener enredos, prueba con poner un poquito de acondicionador sobre el nudo de pelo y cepilla suavemente mientras se desenreda. Es importante peinarlo todos los días porque entre más días pasen sin cepillado será más doloroso para tu mascota y más difícil de peinar para vos.

Las razas de pelo corto pueden cepillarse de dos a tres veces por semana. Hazte con un cepillo de cerdas blandas o medias, un guante de aseo para rascar y un peine de púas finas. Las razas de pelo medio, lanudo o rizado deben ser cepillados más a menudo. Para ello, necesitarás un cepillo de púas de alambre y un peine de púas anchas.