Ratones Blancos
El ratón blanco con sus extraños ojos rojos es uno de ellos y quienes tienen la oportunidad de tener uno comentan que su mantención es muy sencilla y que son animales realmente simpáticos, aunque no son recomendables para niños por su pequeño tamaño y porque puede producir nervio en ellos por sus rápidos movimientos.
Primero es muy importante saber si tener un macho o una hembra. Tener la parejita no es aconsejable, ya que al poco tiempo se van a ver llenos de crías por su increíble y fácil reproducción.
Para tener un ratoncito blanco es necesario ubicarlos en un lugar seco y cálido alejado de corrientes de aire que lo pongan en contacto con cambios de temperatura. Tampoco se debe posicionar en lugares donde lleguen los rayos del sol de forma directa. Si se cometen uno de esos errores nos encontraremos con el pequeño muerto, ya que son muy delicados.
Se les puede dar frutas y verduras no en muchas cantidades, ya que se le puede ocasionar diarreas. Los frutos secos o un poco de carne le entregaran las proteínas que necesita. El pan mojado con leche es ideal como suplemente de calcio para las crías o las hembras lactantes.
Todo esto siempre en muy pocas cantidades, como una especie de golosina, para evitar causar problemas estomacales. El cambio a diario del agua es muy importante para su salud y la limpieza de su hogar.
Lo más importante siempre es saber que no es un juguete y que si se toma la decisión de tener uno sea asumiendo toda la responsabilidad que esto implica. Los ratoncitos blancos han sido sometidos a laboratorios para experimentos por su gran capacidad intelectual, por lo que es muy importante entregarles un hogar y el cariño que muchas veces se les ha negado.
Variedad albina del conocido y familiar ratón gris o ratón casero, también denominado común, este animalito puede medir de 15 a 20 cm de los que la mitad corresponden a cabeza y cuerpo, mientras la otra mitad ha de atribuirse a la larga cola, de aspecto escamoso, formada por unos 150 anillos. El peso medio varía entre 15 y 25 gramos. La cabeza es alargada, bastante estrecha, con hocico móvil, puntiagudo, dotado de largos bigotes. Los ojos, próximos, globulares, casi saltones, tienen en esta variedad un bellísimo color rojo rubí.