Cómo evitar el contagio del Complejo Respiratorio Felino
El complejo respiratorio felino es una enfermedad causada por los virus calicivirus y herpevirus tipo 1 y afectan principalmente a gatitos que no superan los seis meses de edad. Sobre todo, si se trata de gatos que viven en colonias o criaderos; es una patología de alta morbilidad y baja mortalidad.
Esta enfermedad se puede contagiar de forma directa, a través de secreciones y estornudos o de forma indirecta a través de mantas, platos o bebederos que puedan contener a los agentes virales. Evitar el hacinamiento es clave en este proceso, ya que este facilita el contagio.
El herpevirus tipo 1 afecta las vías respiratorias y el el causante de la Rinotraqueitis felina y sus signos principales son secreción nasal serosa o purulenta bilateral y conjuntivitis. Es difícil detectarla en un principio, ya que al inicio de la enfermedad los gatos pueden presentar buen ánimo y apetito. Sin embargo, con el paso de los días comienzan a aparecer síntomas como quemosis, una especie de edema en la conjuntiva, secreción ocular y finalmente úlceras en la córnea que pueden terminar en la pérdida del ojo.
El calcivirus se multiplica en el epitelio respiratorio y en las vías digestivas, generando estomatitis y gingivitis, inflamando la mucosa oral incluso puede producir una enteritis aguda y crónica
Al inicio de la enfermedad es posible observar úlceras en la lengua que van creciendo, generando dolor e inapetencia, además de salivación y mal olor. Lamentablemente, el gato afectado continúa portando el virus durante meses, con el riesgo de contagiar a otros gatos que tienen contacto con él.
El tratamiento debe ser sintomático, ya que participan dos virus. Es fundamental aislar al gato por un mes para evitar que otros se contagien. Lo ideal es mantener al gato en un ambiente a una temperatura adecuada ya que el frío facilita la multiplicación de los dos virus.