Su auténtico nombre no es el de perro salchicha. Este fue un apodo cariñoso que recibió con el paso del tiempo, salta a la vista por qué. Su verdadero nombre es Dachshund, Teckel o Dackel.

Su peculiar forma se debe a una mutación genética llamada Bassetismo. Esta mutación hace que las extremidades sean muy pequeñas en relación al resto del cuerpo, tal y como sucede en el caso del perro salchicha. Ahora sí, adentrémonos en el mundo salchicha y conozcamos más sobre este pequeño animal.

El cuerpo del Teckel es alargado, siendo este mucho mayor a sus extremidades. Su hocico es largo y estrecho y sus orejas caídas. El estado de estas últimas depende mucho de la higiene que se les dé, pues al estar caídas necesitan ser revisadas continuamente para asegurarse de que no hay infecciones o suciedad.

Su peso ronda los 9 kilogramos. Hay tres tamaños de perro salchicha según su circunferencia torácica:

Estándar. Su circunferencia corporal es de unos 35 centímetros.

Miniatura. Su circunferencia corporal es de 30 centímetros.

 

 

Para caza de conejos. Debido a la velocidad necesaria para esta tarea, su circunferencia es de menos de 30 centímetros.

El perro salchicha tiene un carácter es tranquilo. Aunque hay quienes dicen que es una raza difícil de educar, eso no es del todo cierto. Cuando vemos un ser vivo de pequeño tamaño tendemos a compadecernos y a querer cubrir todos sus caprichos. Lo sobreprotegemos. Esto es lo que ocurre frecuentemente con los perro salchicha.

Si lo llenamos de caprichos, es lógico que a la hora de ponernos duros para querer enseñarle algo no nos haga caso o se rebele. El Teckel es un perro muy inteligente; no lo olvides, aunque sea pequeño, no es indefenso ni está enfermo.

Como todos los perros, el perro salchicha también necesita hacer ejercicio, pero recuerda que sus patas cortas le marcarán limitaciones. No lo fuerces a hacer más de lo que realmente puede.