Los perros son uno de los animales más sensibles respecto a la capacidad auditiva, ya que sonidos que para las personas serían inaudibles, ellos son capaces de captarlos. Específicamente, pueden escuchar hasta cinco veces más de lo que escuchamos nosotros.

 

Es esto, sumado a la poca costumbre que tienen, lo que explica el temor a los fuegos artificiales en los perros, y así mismo a otros ruidos fuertes como las tormentas. Estos pueden generar intranquilidad extrema (fobia) taquicardia, temblores, falta de aire, náuseas, pérdida de control, e incluso, pueden intentar huir y ser víctimas de accidentes o perderse.

 

 

Existen campañas que invitan a celebrar sin pirotecnia, para evitar el estrés y la angustia que sufren nuestros perros en épocas de fiesta.