Perros agresivos
El perro puede morder para proteger su territorio (cama, cojines, lugar de reposo) o para proteger su alimento. Esto recibe el nombre de protección de recursos. No obstante, el perro también puede morder al ser agredido o manipulado de forma incorrecta. En este caso se trataría de una defensa natural del perro.
Por otro lado, los perros también pueden ser agresivos con otros de su misma especie: el miedo, la inseguridad o las hembras en celo pueden provocar una reacción negativa en tu perro, que responde con hostilidad.
Primero debemos llevarlo al veterinario, puede que alguna enfermedad o dolor esté produciendo la agresividad del perro, primero tenemos que descartar algo a nivel físico en el animalito, evitar que el perro se estrese, debemos jugar con él, sacarlo a pasear, no ponerlo es situaciones de estrés, como con muchos perros, y lugares de mucho ruido o muchas personas.
Es importante tenerle juguetes, ellos pueden volverse agresivos al no tener un objeto con que jugar, muchas veces son zapatos, medias, algún adorno de la casa, es por esto que debemos darle juguetes para que eliminen el estrés y estén entretenidos.
El miedo y temor de los perros también despiertan la agresividad, hay que hacerles saber que están seguros, que nada malo les va a pasar, los perros son muy sensitivos, por ejemplo, cualquier perro que echa las orejas hacia atrás es que se siente amenazado, es una reacción en ellos, y esto alertará que podría atacar, a los perros hay que saberlos entender con amor y paciencia.
El problema principal es que en su etapa de cachorros no se habituaron completamente al contacto con las personas. Entonces es cuando surge el miedo y las muestras de agresividad. Es un comportamiento que debe ser tratado por un etólogo. Este tipo de situaciones pueden ser muy graves, debemos asegurarnos de que nuestro perro está seguro y de que las otras personas también. El uso de bozal si fuese necesario en los paseos es recomendado.
Si agredimos o manipulamos a nuestro perro de forma incorrecta es totalmente comprensible que el animal se muestre irritado e incluso asustado. No obstante, que muerda directamente, es una clara evidencia de que el animal no ha sido educado en la inhibición de la mordida y por ende es un aspecto que debemos trabajar.