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No olvides limpiar las orejas de tu gato

Si tienes un gato puedes estar acostumbrado a verlo acicalándose a cada rato. Esto mismo, nos hace confiar en que su cuerpo está limpio, sin embargo, existe una zona de dificil acceso que, si no limpiamos como corresponde, puede sufrir graves problemas de salud.

 

Se trata de las orejas y si en ella se acumula cera de manera excesiva puede terminar en inflamaciones como otitis y otras infecciones con consecuencias muy dolorosas.

 

La otitis se produce porque aumenta la humedad en el oído, hay menos oxigenación, se modifica el Ph y la acidez y esto se convierte en un excelente ambiente para el desarrollo de bacterias y hongos.

 

 

Uno de los principales signos de otitis es el enrojecimiento y aumento de temperatura en la oreja. Si ves que tu gato se rasca y se acuesta sobre la oreja, puede ser que esté sufriendo otitis. Otro signo claro es que comienza a generarse mal olor en la zona afectada, es decir, en el oído.

 

La acumulación de cera puede provocar infecciones debido a que el gato se rasca constantemente, generando heridas que se infectan con hongos y bacterias. En casos extremos, estas infecciones pueden originar problemas como perforación del tímpano y pérdida de la audición.