Las aves son unas de las mascotas más vulnerables sicológicamente hablando. Y el hecho de que sufran depresión, es algo recurrente. Debemos prestar atención a los siguientes síntomas:

 

• Un simple aleteo puede ser señal de que necesita atención y la está pidiendo. No denota un estado avanzado de depresión, pero representa una alerta inicial.

 

• Las conductas repetitivas sin sentido alguno y la falta de apetito, son claras evidencias de un mal estado emocional. Después de esto, vendrá una absoluta negación a comer, lo que puede traer graves problemas de salud.

 

 

• El más avanzado, es el desplume. Bajo estados de tristeza exacerbada, suelen arrancar sus plumas en acto de autoflagelación. Algunos pueden quedar casi pelados, lo cual empeora aún más la situación desprotegiéndolos frente al clima.

 

En estos casos, lo correcto será recurrir al veterinario para obtener un diagnóstico certero y, por ende, el mejor tratamiento para superarlo.