Que hago si mi perro no se deja lavar los dientes
El cepillado es una parte esencial del aseo del perro. Pero si el perro no se deja cepillar puede resultar un trabajo complicado. Los perros tienden a recordar experiencias que les resultaron dolorosas, atemorizantes o molestas, especialmente si la experiencia negativa ocurrió cuando era un cachorro.
El primer paso es asegurarse de que la aversión del perro al cepillado no está relacionada con una condición física. Una oreja infectada o inflamación en las articulaciones, por ejemplo, puede hacer que un perro se retire cuando el cepillo pasa por áreas sensibles. Por lo tanto, es bueno comenzar haciendo una visita al veterinario para descartar cualquier motivo médico que justifique el comportamiento del perro.
Huir cuando aparece el cepillo indica que el perro tiene miedo, ansiedad o estrés relacionados con la experiencia de cepillarse. Afortunadamente, es posible transformar la respuesta del perro al cepillo. Si el perro no se deja cepillar, la estrategia es combinar el cepillado con experiencias positivas y agradables.
El primer paso es revisar el cepillo o los cepillos. Puede que los cepillos utilizados no sean los adecuados o, simplemente, le hagan daño. Las cerdas duras de metal pueden tirar de la piel del perro, mientras que las cerdas que han perdido sus extremos protectores pueden meterse en su piel.
Cambiar el tipo de cepillos y herramientas de aseo puede mejorar o incluso resolver este problema cuando el perro no se deja cepillar. Utilizar productos específicos para el cepillado también puede ayudar, haciendo menos incómodo el cepillado.
En lugar de tirar, prueba a trabajar suavemente los enredos. Si encuentras un nudo obstinado, coge suavemente el pelaje justo debajo del área anudada con una mano para ayudar y así evitar tirar de la piel. Comenzando en el borde del nudo, lentamente trabaja hacia el centro del enredo.