Para mantener a nuestro conejo en calma, es ideal tenerlo en espacios abiertos, no muy ruidosos y con objetos para roer. Aún así, es muy importante estar atentos a cualquier manifestación de estrés que se pueda presentar:

 

La primera señal de alerta serán sus gritos, muy sonoros y particulares. Comienzan a chillar con mucho volumen y muy seguido.

 

Otra señal, pueden ser los cambios de humor y de su rutina. El hacer mucho ruido, patear la jaula o rechinar los dientes son formas de liberar su enojo y expresar dominancia.

 

Un conejo que esté quieto es señal de alerta. La naturaleza de esta mascota es curiosa, por lo tanto exploran y están en constante reconocimiento de su entorno.

 

 

Y un caso más grave es la automutilación. Cuando un conejo se encuentra bajo una gran cantidad de presión y de dolor en alguna parte de su cuerpo, recurren a esta acción; lamidos constantes en alguna extremidad, y cuando no soportan más, terminan cortándola de raíz.

 

Debes estar alerta a cualquiera de estas señales y acudir inmediatamente al veterinario.