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Los conejos

Los conejos son mamíferos roedores, es decir comparten grupo con animales como el castor, la ardilla, o la rata, entre otros, por lo que una de sus características principales es que va a tener unos incisivos bastante grandes, que utilizará para roer el alimento u otro tipo de materiales.

Las orejas de los conejos son bastante grandes, saliendo de la parte superior de sus cabezas y pudiendo llegar a medir más de la mitad de la longitud de su cabeza.

Cuando hablamos del lugar en el que van a vivir estos animales dentro de nuestra casa, deben tener un lugar en el que no haya mucho ruido y tampoco tengan frío o cambios de temperatura, ya que son animales muy propensos a los resfriados. También debes de tener en cuenta de que, aunque les guste la claridad, no los pongas nunca directamente en los rayos solares, y sobre todo en épocas veraniegas, puesto el golpe de calor puede matarlos.

Con los humanos son muy sociables, al igual que con otros miembros de su especie o incluso con otro tipo de animales o mascotas, una vez que haya cogido la suficientemente confianza para acercarse y entablar una relación, buscará ese contacto muchas más veces con el fin de sentirse querido y en compañía.

Los conejos son herbívoros, por lo que su dieta va a estar centrada únicamente en frutas y verduras. Cuando tenemos un conejo como mascota su alimento principal va a ser el pienso que puedes comprar en cualquier tienda de animales, allí vas a poder tener una gran variedad de comidas para conejos.

Finalmente, las frutas y verduras tienes que dárselas con mucho cuidado ya que no todas las verduras son ideales para ellos, debiendo evitar aquellas como la cebolla o las coles, puesto que son muy fuertes para su estómago. Te recomendamos que cuando vayas a adquirir un conejo, ya sea comprado o adoptado, te informes en tu veterinario y que te haga una lista de los alimentos que tu conejo puede comer.

Estos animales, son muy propensos a ciertas enfermedades, que debemos tener mucho cuidado con ellas, puesto que, si se infectan y las sufren sin haberlos vacunado, puede que cuando nos demos cuenta ya sea muy tarde para ponerle remedio.