Porque las razas pequeñas son las preferidas
Un perro también sirve para aprender; en este caso, los niños y adultos pueden compartir juntos una responsabilidad, esto generará lazos más cercanos en el hogar. Alimentarlos, bañarlos, sacarlos a pasear y estar pendientes de su salud, son actividades en las que tanto pequeños como grandes pueden desarrollar el sentido de la responsabilidad de un ser vivo.
Una de las mejores cosas de tener un perro, son las horas y momentos de diversión. Tener perros pequeños aumenta la diversión; por lo general, las razas pequeñas, gozan de un encanto debido a su tamaño. Ponerle ropas o correr dentro de la casa, son actividades que se dificultan con uno grande. Es momento de divertirse con una pequeña raza.
Debido a su tamaño reducido, la hora del baño será más corta, aunque dependiendo si la raza pequeña es de pelo corto o largo; sin embargo, comparado con razas grandes, el baño resultará breve, ideal cuando no se cuenta con mucho tiempo.
Sin duda, tener una raza de perro pequeño, resulta una experiencia inolvidable. Es difícil creer que una mascota de pequeñas dimensiones puede darnos tantas alegrías, aprendizajes y el valor de un amigo leal que estará con nosotros en las buenas y las malas.
Si bien, según estudios recientes, los perros benefician a nivel emocional y de salud en la casa; los perros muy pequeños pueden ser los compañeros ideales para los niños, pues genera interés por su reducido tamaño. Por otra parte, otros estudios afirman que tener mascotas en la infancia, disminuyen las probabilidades de padecer alergias en otro momento de la vida.
Aunque no lo parezca, un perro pequeño puede darnos seguridad en el hogar. Estas pequeñas mascotas, estarán alertas en todo momento para dar el aviso, si algo extraño ocurre en casa; su fuerza física, será superada por su valentía para alarmarnos contra los extraños.