Cuidado de un gato Siamés
El origen de esta raza es muy antiguo, pero no se sabe con exactitud, hay teorías que afirman que esta raza se originó en el Antiguo Egipto hace más de 3000 años. Se basan en la similitud de los gatos siameses con la diosa egipcia con forma de gato Bast.
Solo a los reyes y los nobles se les permitía tener estos animales que tenían un papel muy especial en la vida de palacio como ‘guardianes espirituales’. Si pensaba que si alguien importante moría el gato de esa casa era el elegido para recibir y alojar su alma. La familia de la persona muerta pagaba la manutención del gato durante toda su vida, ya que se consideraba les traería buena suerte.
Lo ideal es que el gato tenga al menos 13 semanas de vida o más cuando lo adoptes. Los gatitos a los que destetan muy rápido suelen crecer débiles y tiene más posibilidades de enfermar. Si dudas de qué debes darle de comer hay que preguntar al veterinario. No les des leche de vaca, no es adecuada para ellos.
ay que revisar el estado genera del animal. Vacunar y desparasitar si el gato no ha pasado por estos procesos. Al igual que sucede con los perros de raza, en los gatos hay ciertas razas que tienen mayor predisposición genética a padecer ciertas enfermedades. En los siameses se pueden dar defectos congénitos de corazón con estenosis aórtica.
El gato debe comer tres veces repartidas, es mejor darles tres o cuatro comidas repartidas que dos o una con mayor cantidad. Existen piensos especiales que cubren todas las necesidades nutricionales de los gatos. Procura que siempre tengan agua para beber. Su taza se debe limpiar y rellenar a diario y en verano al menos dos veces al día.
Al tener un gato en casa tendrás que comprarle ciertas cosas necesarias para su comodidad. La bandeja de arena es una de estas cosas indispensables, es dónde el gato hará sus necesidades. En centros veterinarios puedes encontrar estas bandejas y camas para gatos donde el animal podrá descansar con comodidad.
Los gatos necesitan rascar para afilar sus uñas. Si no les preparas algo para rascar lo buscarán por casa. Un trozo de madera blanda como el corcho te sirve o comprar algún rascador en tiendas especializadas.