Los perros no son niños
Los perros en la actualizad forman parte de la familia, ellos son un miembro más y los consentidos de la casa, son como un hijo más, pero se ha comprobado que al humanizar a los perros o gatos les estamos haciendo un daño y no un bien, es cierto que queremos darles todo el cariño y los cuidados necesarios, y esto es indispensable, pero siempre se debemos tomar en cuenta que son animales domésticos, no humanos.
El amor tan grande por nuestras mascotas hace que las veamos o tratemos como trataríamos a un hermano o ser querido, someterles a actividades específicas de humanos como ir al salón de belleza, fiestas de cumpleaños, ropa, zapatos, en fin, artículos y actividades que realizaría cualquier persona adulta, ahí está el error, no son actividades para perros.
Acá al daño es que estamos induciendo al perro a realizar actividades las cuales por naturaleza no está capacitado, se dice que antes cuando los perros eran tratados como perros, al dejarlos libres en los patios eran más felices y no se estresaban tanto, a diferencia de hoy en día que los perros viven dentro de la casa y no hay lugares tan extensos.
Muchas veces las reglas que imponen los dueños a sus mascotas como teñirles el pelo, ponerles ropa, andarlos dentro de un bolso como si fueran un peluche y dejarlos en spas y lugares de belleza canina pueden ser considerados como agresión, esto solo traerá problemas de identidad del perro y sus necesidades reales y no las inventadas por los seres humanos.
En la mayoría de los debates se discute sobre quien es más feliz, si los perros que viven como reyes o humanizados o los perros callejeros y libres, y siguiendo sus instintos, todo con medida es bueno, hay que canalizar el amor que sentimos por nuestras mascotas y no sobreprotegerlos o pensar que sus necesidades son iguales que las de los humanos.
El amor por los animales hace que las personas los traten como seres humanos y por eso se pueden ver restaurantes de lujo para perros, escuelas, fiestas de cumpleaños, clubes, peluquerías, almacenes de ropa y otros establecimientos dedicados a someter a los animales a actividades propias de las personas.