BLOG DE MASCOTAS

La educación y las necesidades de tu perro

Cuando el perro no hace sus necesidades donde sus dueños quieren, muchos afirman que darle una nalgada mientras se le dice “aquí no”, “aquí”, es el mejor método. ¡Mentira! El animal es un cachorro, ni siquiera sabe qué es aquí o allí.

Hay un consejo que es clave y no solo para que el cachorro no arruine la alfombra con su orina, sino que, para su futuro comportamiento, pues este adiestramiento debe ser siempre desde el refuerzo positivo y no desde los castigos o maltratos que podrían transformarlo en un perro temeroso.

Hay muchos que dicen que pasar un papel de periódico por sus necesidades y luego restregárselo por el hocico, es la forma más efectiva de enseñarle a hacer sus necesidades donde queremos. ¡Eso es mentira! Esta acción puede traumatizar al animal, además de poder hacerle daño en sus fosas nasales y hasta crearle una enfermedad con sus propios excrementos.

Lo primordial es que en ese momento agarres a tu cachorro y lo lleves hasta donde debe hacer sus necesidades, repitiendo el movimiento hasta que este lo aprenda y, llegado el momento (generalmente tras dos semanas), acuda por su propia iniciativa a ese sitio. También es importante que la primera vez que acuda solo a hacer sus necesidades en lugar que le indicaste, puedes premiarlo para reforzar esta conducta positiva y así además convertirte en un buen líder.

 

Cuando el cachorro ya haya aprendido a hacer sus necesidades en ese papel de periódico o toalla de entrenamiento – y tenga sus vacunas al día-, podrás comenzar a pasearlo y que así adquiera la costumbre de hacerlo afuera de la casa. Para ello debes seguir con el método e identificar cuándo está por hacer y así llevarlo a su paseo – siempre portando tu bolsa para recoger las heces. De esta forma y poco a poco, irá haciendo suyo el hábito.

Lo cierto es que en el momento en que le permitas entrar en la casa, puede escoger “su territorio” pues la terraza ya es suya y lo demás será nuevo para él. Por otro lado, el animal puede pasar calor o frío en la terraza, y, ¿para qué quieres una mascota sino puedes disfrutar de ella? Debes saber qué lugar tendrá en tu hogar y educarlo con amor.

Una vez identificados y rechazados los mitos, aprendamos a enseñar a nuestro perro a hacer sus necesidades en la calle de una forma que sea agradable para el animal y que deje ver el amor que le profesamos.