Si existe agresión hacia otros gatos por territorialidad, su manejo es sumamente difícil. Se debe intentar un acercamiento gradual, pero en la mayoría de los casos se hace necesario separarlos y luego consultar con un veterinario especialista en etología.

 

Cuando un gato es territorial, lo que observaremos son conductas de marcaje, tales como orinar en lugares que no son las bandejas sanitarias, o marcaje con garras en los muebles, cortinas o incluso arboles el patio, las que producen muchos problemas para los dueños de los gatos. Actualmente existen rasguñadores para gatos que muchas veces desvían la conducta hacia ellos, protegiendo nuestros muebles.

 

 

La castración también está dentro de las alternativas, aunque debemos considerar que una vez adquirida esta conducta, existe una alta probabilidad de que se mantenga pese a la ella.

 

También, es importante tener claro que muchas veces, cuando el gato orina en un lugar inadecuado, la causa puede ser una infección urinaria o cálculos urinarios.