En el caso de los gatos existen muchas patologías asociadas a un componente alimenticio, por lo que la correcta alimentación de un gato es fundamental para su estado saludable.

 

La obesidad es altamente frecuente en gatos y puede acarrear diabetes mellitus si no se toman las medidas correspondientes para evitar el sobrepeso.

 

 

La lipidosis hepática o hígado graso es otra de las alteraciones producto de una mala alimentación y es muy común en los gatos obesos que se estresan y dejan de comer durante varios días. Esta enfermedad tiene una alta tasa de mortalidad.

 

La enfermedad del tracto urinario se produce por cambios en el PH o acidez de la orina y se produce, fundamentalmente, por el consumo de alimentos con exceso de magnesio ya que este mineral predispone a la formación de cálculos urinarios, los que si no son tratados correctamente pueden llevar a la insuficiencia renal e incluso a la muerte.