La importancia de una buena educación
La etología canina es la rama de la biología que estudia el comportamiento natural de los perros y se concentra principalmente en las conductas instintivas.
La etología clínica es muy importante en muchos aspectos, hay muchos trastornos de conducta algunos hereditarios, otros por enfermedades o traumatismos, pero los relacionados a la educación son los más frecuentes. Muchos perros son abandonados a causa de problemas de comportamiento que se pueden prevenir e incluso tratar.
Los cachorros deben pasar los primeros días de vida con su mamá y sus hermanos para un adecuado desarrollo físico y de conducta. El desarrollo de comportamiento se clasifica en varias etapas: el primero, neonatal (0 a 15 días de vida); el segundo, transicional (15 y 21 días), y por último, el de socialización (desde los 21 días hasta los tres meses).
En este último período, el cachorro debe aprender precisamente a socializar, a interactuar correctamente con otros. Estar en contacto con otros animales, conocer sus límites y, sobre todo, aprender a controlar la mordida. ¡Si duele, se termina el juego! Después de los tres meses es más difícil la socialización y le cuesta más aceptar relaciones nuevas. Lo más importante es el control de la mordida, la jerarquía social y los miedos. A partir de esta edad, el cachorro empieza a querer dominar hasta alcanzar la madurez sexual. En esta etapa es muy permeable a los entrenamientos de obediencia y no olvidemos que un cachorro obediente es más feliz y sano.
¿Cómo lograrlo?
-Conociendo estas etapas
– Acostumbrándolo a ambientes externos y ruidosos
-Practicar juegos de sociabilización con animales y personas
-Control de la mordida. ¡Que entienda que duele!
– Posturas de dominancia, jerarquía para lograr el control.